sábado, 12 de octubre de 2013
Filosofía Aquí y Ahora V - Encuentro 6: Pensar Auschwitz.
"Todo régimen autoritario reprime desde un absoluto"
viernes, 11 de octubre de 2013
La Ruta
El sufrimiento es parte natural
de hombre. Y no por esto debe verse al sufrimiento como algo “malo”, de lo cual
se deba escapar, o se deba evitar.
Es la primera vez en mi vida que
sufro así por alguien. O bueno, al menos, durante un tiempo tan prolongado. Es como
si el sufrimiento se hubiera disipado por años, hubo días en los cuales éste ni
se asomaba. Otros, aparecía como un témpano furibundo. En todo caso, estaba
allí, jamás se fue del todo.
Pero ahora quiero sentir la
felicidad. Hace meses que ésta ha tomado forma. Y en general me siento de
putamadre. El punto es que, seguía pendiendo de un hilo la falsa ilusión del
Otro: que cambiaría sus fallas para estar a mi lado. Así pasen los años, no
importa, seguiríamos viviendo nuestras vidas pero al final (¿Al final? Pero si
luego, nada más queda.) nos uniríamos en el amor.
No sé si huir de él sea la mejor
manera de enfrentar la situación. Una huida simboliza cobardía para el común
denominador. Pero soy libre de elegir que quiero ver y que no. NO quiero seguir
reforzando una ilusión en base a recuerdos, fotografías, escritos… Otra cuestión
que saltó fue la siguiente: “Si doy señales de echarlo de mi vida, pues estoy
demostrando que aún lo amo. Obvio, porque aún no me es completamente diferente.”
¿Y qué, si se da cuenta? ¿Por qué
debo avergonzarme de haber amado a alguien? Simplemente se enterará y punto. Ya
está, lo hice, lo quise intensa e insanamente, a veces pienso.
Al menos sé que huyo porque amo…
Mierda, todo se resume en esta
frase de “Prófugos”. Al menos se que huyo
porque amo. Estoy huyendo de tu encuentro, de tu mirada, de los recuerdos. Pero al menos se que huyo porque amo. Parezco
cobarde, lábil, indefensa, sin opciones. ¡Pero
al menos se que huyo porque amo!
Porque a pesar de todo, amé.
Tuve la capacidad de sentirme en
sintonía con Otro, de querer hacer a alguien feliz, de tener los pensamientos
más irracionales, hermosos e incongruentes. Esa locura que se apodera a veces
de uno, la cual desata nuestra creatividad y nos hace vulnerables al
sufrimiento.
Porque también me enorgullezco de mis errores pues demostré toda mi humanidad, ese
amor incondicional que te hace decirle: “soy
tan vulnerable a tu amor”. Si por descuido fui víctima de todo alguna vez,
pues del mismo dolor vino el aprendizaje.
(El fin de amar es sentirse más vivo)
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